La minería es uno de los motores más importantes del desarrollo del país y, como tal, el impacto que genera a nivel social, económico y medioambiental es muy alto. Para ir en sintonía con las necesidades del mundo actual, han ido sumando nuevas herramientas que les permitan seguir ejecutando su trabajo de una manera eficiente, eficaz y en armonía con el entorno. 

Por un lado, se están incorporando nuevas tecnologías orientadas hacia la economía circular, buscando la manera de aumentar la vida útil de la maquinaria que se utiliza. Productos como BRAIn, una placa de control diseñada por expertos en electrónica de potencia que permite reacondicionar equipamiento industrial, pueden extender el uso de los controladores defectuosos u obsoletos de este equipamiento industrial y volver a ponerlo en funcionamiento. 

Por otro lado, hay una mayor presencia de tecnología digital e inteligencia artificial a través del desarrollo de sistemas autónomos que sean inteligentes y más seguros, que permitan recolectar, gestionar y analizar datos de la operación que, finalmente, incidan en la toma de decisiones. Tal como lo realiza Prognostics, una metodología para estimar la vida útil remanente de activos, lo que permite planificar su mantención en tiempo real y hacer un monitoreo ininterrumpido, obteniendo una predicción mediante Machine Learning. 

La integración de estas nuevas tendencias, sin duda tendrán un fuerte impacto en el desarrollo y productividad de la minería nacional.